lunes, 1 de abril de 2013


Participación en la “guerra virtual” a través de un medio alternativo de comunicación

La globalización ha traído consigo, cambios en los procesos comunicativos, especialmente en el área virtual, la cual ha sido también afectada por los efectos que la posmodernidad ha tenido sobre la realidad y la manera fragmentada de interpretar el mundo.

La posibilidad que brindan las herramientas telemáticas para acceder a gran cantidad de información se alterna con la baja calidad de interpretación de usuarios que simultáneamente reciben mensajes de diversos medios; lo cual se convierte en un arma de doble filo para el desarrollo crítico e intelectual del receptor.Por otro lado, la identidad es definida a partir de modelos publicitarios promovidos por los mass media, como se afirmó en la ponencia de ARGENPRESS realizada en la Habana, Cuba: “el hombre y la mujer se realizan supuestamente en el “mercado” y el paradigma no son valores revolucionarios, éticos o religiosos sino el “consumismo”[1].

Es así como la “red de redes” usada para diversos fines entre los que se destaca la masificación de idealizados estilos de vida, se convierte en punto clave de la transformación social y cultural que ha tenido lugar a finales del siglo XX y principios del siglo XXI. No cabe duda que los contenidos publicados a diario por medio de las redes sociales se convierten en valiosas bases de datos que brindanreferenciascomerciales, privadas y personales, usadas no sólo por empresas de investigación de mercados, sino por software especializados en la creación de perfiles con características específicas; "la nueva vigilancia tiene como objetivo -tal como lo tenía la antigua criminología- observar, tipificar y controlar no sólo individuos, sino movimientos y procesos sociales" (Ford y Siri, 1997). Lo cual indica que los cambio a nivel mediático han sido acompañados por un "rastreo" que lleva el control de las interacciones interpersonales, financieras, laborales, en fin, dicho de otro modo, por el valor de la información.

La “Infoxicación[2]” (decir muchísimo sobre todas las cosas,para, en realidad, no decir nada), ha sido una característica de la denominada “sociedad de la información” dónde el receptor se puede comparar con un “buzón” al que le llega sin control todo tipo de datos, imágenes, invitaciones al consumismo.

En medio de la hegemonía de la información y la variedad de aplicaciones que ofrece la internet, se abre un amplio panorama para que “los que no tienen voz” usen las herramientas “de combate” disponibles en ordenadores de todo el mundo y hablen de manera diferente: los medios alternativos.

Ciertamente es en esta “guerra virtual” donde hay que saber “mover las fichas” sin perder el horizonte del propósito del medio alternativo: “ser diferente en un mundo de iguales” corriendo también el riesgo de la datavigilancia por llevar la verdad a una sociedad que la necesita.

La pericia del periodista debe dirigirlo a construir medios que sirvan de puente para aquellas voces que han estado mudas por los medios tradicionales de comunicación y ofrecer posibilidades novedosas que lleven a un proceso comunicativo pluralista y participativo que incluya a sectores de una comunidad en especial.

El poder de difundir un mensaje a cientos de receptores hace de la web un medio apropiado para la construcción de plataformas dispuestas para que la palabra popular contribuya al cambio y exija soluciones a situaciones problemáticas que no han sido conocidas en otros contextos.

La cantidad de recursos comunicativos que están surgiendo en este siglo son una oportunidad para una “lucha por otro mundo”[3], opuesto al “Disney World” que el capitalismo sigue robusteciendo con sus técnicas psicológicasimplícitas en mensajes publicitarios y producciones cinematográficas y televisivas.

El “guerrero alternativo” tiene características contrarias a la corriente actual, entre ellas; debe tener pasión por su trabajo sin afán de enriquecerse u obtener ganancias aunque esto implique pérdidas financieras, pagando así el precio por una sociedad consciente y crítica de la información que recibe.

Este tipo de medios debe inducir a la transformación intelectual y cultural no con fuerza ni revolución física, sino con argumentos virtuales y posicionamiento on line. La lucha de clases sería una disputa de contenidos, entre community managers capacitados para divulgar la verdad en una red que combate por el target, a través de estrategias de marketing.

El reto es pues, nutrirse de la misma fuente (internet) y convertirse en un social media manager capacitado para competir con el adversario mediante tácticas engranadas entre sí las cuales lleven de un link a otro e interfieran en el campo enemigo.

Enlazar un blog a una red de imágenes para luego ser publicadas en un tweetligado a Facebook y YouTube son sólo algunas de lastácticas de guerra para crear un broadcastque inunde un perfil afectando a otro hasta lograr un clic dirigido al medio alternativo.

Es lícito usar las mismas armas del enemigo con un fin diferente, y crear diversas vías que destinen al usuario a conocer otro mundo. El fin de ser “alternativo” no es sólo ser excluido o menospreciado, el propósito es ser la puerta de acceso al “país de las maravillas” donde lo que está oculto sale a la luz, y donde hay un espacio para todos. Es en la internet dónde este mundo si es posible, (o por lo menos así lo muestra el capitalismo con su falsa felicidad) y dónde las “hadas madrinas” (los periodistas) cumplen el deseo de los subyugados, a través de crónicas, reportajes, noticias, etc., como formas de expresión y liberación.

Si las agencias capitalistas quieren seguir criando generaciones denominadas “hijas de las TICs[4]”, el medio alternativo será quien los levante con juegos educativos, que contengan mensajes implícitos formadores. Si es al entretenimiento al que le están apuntando, los “mísiles alternativos” también llegarán hasta allá.

El hecho de que el medio alternativo sea diferente no significa que deba tener ese toque “víctima” que en ocasiones ha caracterizado a los disidentes. En este juego de apariencias no es necesario demostrar que se lucha por una revolución, no hay que olvidar que “la realidad virtual no reemplaza a la otra realidad[5]” y mucho menos un usuario sustituye a un ciudadano.

Finalmente, es hora de mover las teclas y empezar a generar las palabras que navegarán por el impetuoso mundo de la red, aquellos grafemas que luego de convertirse en bytes iniciarán la controvertida lucha de mantener con vida al medio alternativo.



[1]Amado, Oscar.,Colussi, Marcelo.,Solana, Rodolfo.,(2011). Los medios alternativos y las redes sociales. Ponencia de ARGENPRESS en el Taller Internacional en la Habana (Cuba). Pág.2

[2]Íbid. Pág. 8
[3]Íbid. Pág. 12
[4]Íbid. pág. 22
[5]Íbid. Pág. 16